A Lleida cargolen fort (1900)

Un cop celebrat el debat al Senat sobre l’ús de la llengua catalana en la catequesi, a Catalunya va haver-hi persecució. A Lleida, el 27 de març de 1900, el governador civil José Martos O’Neale, en funció del seu càrrec de president de la Junta Provincial d’Instrucció Pública, va inserir al «Boletín Oficial de la Provincia de Lérida» la circular següent:

«GOBIERNO CIVIL DE LA PROVINCIA DE LÉRIDA

»CIRCULAR NÚM. 667. —JUNTA PROVINCIAL DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA. – Tiene noticias esta Junta de que algunos señores Maestros y Maestras de las Escuelas públicas de la provincia dan la enseñanza elemental, en las que tienen á su cargo, valiéndose del lenguaje catalán, preteriendo, por no decir proscribiendo, el idioma castellano, que bien pudiera llamarse español, como la Academia afirma.

»Tal procedimiento en parte del magisterio, no tan sólo es ilegal, sino que origina perjuicios de difícil remedio á la infancia de hoy, que ha de formar los ciudadanos de mañana, toda vez que, siendo la primera enseñanza elemental obligatoria para todos los españoles y teniendo estos el deber, según el artículo 7.° de la Ley de 9 de Septiembre de 1857, de enviar á las Escuelas públicas sus hijos ó pupilos, desde la edad de seis años hasta la de nueve, á menos que les proporcionen aquella instrucción en sus casas ó en establecimientos particulares, es evidente que la inmensa mayoría de los niños, con especialidad en las pequeñas localidades, han de recibir la instrucción primaria en las Escuelas públicas, y que si en éstas no adquieren —como está prevenido por el artículo 2.0 en relación con el SS de la mencionada ley— el conocimiento de la lengua castellana, resultan inhabilitados para emprender estudios superiores en los Establecimientos docentes de España, con la consecuencia lamentable de que inteligencias en que pudieran fructificar las diversas ramas del saber humano, individuos que pudieran ser útiles á la ciencia ó al arte en sus múltiples manifestaciones, permanezcan sumidos —de no realizar inauditos esfuerzos— en la obscuridad que prestan las tapias de la villa ó de la aldea, y de que los de aspiraciones, no menos nobles y convenientes, para abrazar, en forma libre, la industria ó el comercio, hayan de limitar el círculo de sus operaciones á la parte de territorio español en que se posee el habla catalana, en proporción desventajosa con los que pueden extenderlo por el amplísimo horizonte —nacional y extranjero— en que se usa como propia la lengua de Cervantes.

»Los expresados fundamentos han obligado á esta Junta provincial á prevenir, por medio de la presente, á los señores Maestros y Maestras de la provincia que en lo sucesivo se abstengan de usar para la enseñanza idioma alguno que no sea el castellano, eligiendo para la misma los libros entre los aprobados para texto por Real orden, con el Catecismo que señale el prelado de la respectiva Diócesis y con la Gramática castellana y su parte de Ortografía escritas por la Real Academia Española de la lengua, haciéndoles saber que la inobservancia de lo prevenido en esta circular originará la inmediata formación de expediente gubernativo para hacerles efectiva la res-ponsabilidad consiguiente por desobediencia.
»Los señores alcaldes-presidentes de las Juntas locales de primera enseñanza cuidarán de que se cumplan estas prevenciones, dándolas á conocer á los señores Maestros y Maestras de sus respectivas localidades y pondrán en conocimiento de esta Provincial, sin pérdida de tiempo, cualquiera infracción que de las mismas notaren.

»Lérida 27 de Marzo de 1900.—El gobernador presidente, José Martos O’Neale. — P. A. de la J.— El secretario, Marceliano Gil.»

La prohibició d’utilitzar a l’escola cap llengua que no fos el castellà i l’amenaça d’incoar un expedient governatiu a tots els mestres que fessin servir el català a l’ensenyament són una obsessió malaltissa. A través del temps, com podem veure, els arguments que fan servir per a convèncer els ciutadans són diferents i s’adapten a les circumstàncies. Però el que sempre és el mateix és la prohibició d’utilitzar en l’ensenyament dels fills de Catalunya llur idioma.

Aquest governador civil de Lleida és el que Pi i Margall va denunciar al Congrés de Diputats perquè havia portat al jutjat(1) els dirigents de la Unió Catalanista de Lleida, de Balaguer, de Tàrrega i de Ponts. Els quatre jutges varen declarar il·legals les associacions que es volien constituir i, a més, varen processar els presidents de les «agrupacions catalanistes» que hom pretenia legalitzar.

El senyor Martos O’Neale, governador civil de Lleida, en aquells moments era el representant del govern conservador de Silvela, del qual Eduardo Dato era ministre de la Governació. El seu anticatalanisme arribava a uns extrems absolutament intolerables. Titllava els catalans de «neurasténicos hispanófobos», però la realitat era tot el contrari: era ell qui pretenia aixafar Catalunya i anorrear-la fins a deixar-la en el no-res amb una fòbia descontrolada. L’odi que destil·lava contra la llengua catalana es pot verificar en el llibre que va publicar conjuntament amb Julio Amado y R. de Villebardet, que varen titular Peligro nacional.(2)

En aquest llibre explica que «el catalanismo es una hidra clerical con las dos cabezas tradicionalistas é integristas, disfrazada del atavismo federativo modernista de las Bases de Manresa de 1892, y del intelectualismo desequilibrado de sus poetas y artistas».(3) Podem veure-hi el concepte que té de l’idioma catalá quan explica: «El uso del idioma catalán en todo género de escritos y en las conversaciones, incurriendo frecuentemente en la descortesia de no hablar en otra lengua en presencia de los que no entienden aquella, es otra manifestación del catalanismo llevada hasta la exageración de redactar en francés telegramas que, por estar escritos en catalán, negábanse a transmitirlos los empleados de cierta estación telegráfica.» (4) O sigui, que el problema és voler utilitzar el català o el francès. Per al senyor governador civil no és cap mancament el fet que sigui prohibit enviar telegrames en català.

Però la descripció del catalanisme potser no és el lloc on es poden veure i observar més bé els horitzons i els objectius del representant del govern de Madrid a Lleida. El senyor Martos O’Neale, a l’última part del seu llibre, proposa diverses «soluciones» per a eliminar el catalanisme, i aquí és on es pot veure fins on arriba el seu desig. I és bo de transcriure-ho íntegrament, perquè les «solucions» que proposa el governador civil han estat aplicades en diverses avinenteses històriques, i no deixa de ser que el que escriu és el que es devia pensar, o es devia dir en veu baixa, en altres esferes: «Primero. Tratándose de los catalanistas asalariados, cuyo cerebro está en la aristocracia catalana del dinero, con y sin pergaminos de nobleza, creemos que la solución para combatirlos está en la promulgación de una severa ley especial para la represión del autonomismo y del separatismo, declarando previa y terminantemente ilegal la constitución de asociaciones que tiendan á llevar á la práctica el programa de las bases de Manresa.

»Como solución complementaria de la anterior, debe tenerse la aplicación del destierro, á favor de la suspensión de garantías, á los elementos directores que constituyen el cerebro de este grupo catalanista.
»Segundo Tratándose de los catalanistas fanatizados por el sofisma político, por el romanticismo de la literatura regional y por los triunfos conseguidos por imposiciones y amenazas, cuyo cerebro está en la aristocracia catalana de la política y del talento, creemos que las soluciones más ventajosas para aniquilarlos moralmente son:
»a) La primera del grupo anterior.

»b) La prohibición de que se publiquen periódicos é impresos de cualquier clase, y se celebren «meetings», reuniones políticas ó literarias, usando del dialecto catalán.
»c) Declaraciones concretas y enérgicas del Gobierno de la Nación, que lleven á todos los ánimos el convencimiento de que las reformas y concesiones que es de justicia otorgar á Cataluña, no se las darán hasta que, como dijimos en el capítulo anterior, no se tenga la persuasión por lo que de los hechos se desprende, de que no hay ya en aquella región núcleo alguno importante de fuerzas políticas con aspiraciones antiespañolas.
»d) La solución complementaria del grupo primero.
»e) Evitar y castigar severamente la inmoralidad administrativa, en todos los órdenes.
»f) Selección exquisita de todos los funcionarios del Estado, colocando en los altos puestos militares, civiles, jurídicos y eclesiásticos, personas de relevantes condiciones, de gran firmeza de carácter, y rectitud, que se deben comprometer á conservar en sus cargos, mientras las circunstancias lo exijan, todos los partidos políticos que acatan el régimen actual.
»g) Incompatibilidad de los catalanes, durante el lapso de tiempo que el Gobierno estime conveniente, para ejercer cargos oficiales al servicio del Estado en Cataluña.
(*)
»Tercero. Tratándose de los catalanistas fanatizados por el sentimiento religioso, cuyo cerebro está en el alto clero catalán, creemos que para combatirlos, las mejores condiciones son:
»a) Declarar la incompatibilidad temporal del clero catalán, para ejercer en aquella región las funciones de su elevado y sagrado ministerio.
»b) Confiar los intereses de la Iglesia en Cataluña y la dirección de las conciencias cristianas, como así mismo la propagación y conservación de la fe católica á obispos y sacerdotes de otras provincias españolas.
»Cuarto. Tratándose de los catalanistas del porvenir, de esa infancia y esa juventud catalana que el maestro, el profesor y la madre están educando en la aversión y el odio á España, las dos soluciones para hacer frente tí esta terrible labor, creemos que deben ser, por lo que respecta al profesorado de primera y segunda enseñanza y al de facultad, las mismas del grupo anterior.
»A contrarrestar el influjo del espíritu de una madre sobre sus hijos, no podrá nunca llegar directamente la acción del Estado.
»Como soluciones de carácter más amplio y general, entendemos que deben implantarse:
»a) La reconstitución rápida de la nacionalidad española en forma que sea amada en el interior y respetada en el exterior.
»b) La unificación suave y progresiva de la legislación y el idioma español en toda la Monarquía, haciendo desaparecer dialectos, fueros y privilegios vetustos, que mantienen la tradición de autonomías regionales, atentatorias al principio de la unidad necesaria del Estado.
»c) Suprimir y desarmar los institutos de Somatenes y Mozos de. Escuadra.
»d) Hacer que la Corte resida en Barcelona durante alguna época del año.
»e) Sustraer del conocimiento del Jurado los delitos contra la integridad de la Patria, y aquellos que se cometan por infracción de las leyes especiales que pedimos se promulguen.
»Y finalmente, si, por desgracia, las circunstancias lo demandasen:
»f) Restringir de un modo progresivo el margen protector de las columnas arancelarias aduaneras, que afecten á la industria y al comercio catalán. »
(5)

És interessant de rellegir aquestes «solucions» proposades pel senyor Martos O’Neale i poder comprovar que es tractava d’un pogrom, el qual més endavant es portà a la pràctica en moments en què els governs dictatorials ho permeteren. Amb aquest genocidi, el senyor Martos O’Neale té el privilegi d’haver estat el primer d’haver dissenyat d’una manera global la persecució de la llengua catalana. També pot ser que els governs de Madrid ho haguessin estudiat, i fins i tot planificat, però aleshores aquests documents no havien sorgit a la llum pública.

El principi de la unitat d’Espanya, que tant estimen els enemics de Catalunya, era un tapabruts que els autoritzava per a qualsevol estirabot i que, amb la seva filosofia, els tolerava de rabejar-se contra els drets nacionals del poble català. El programa de Martos O’Neale tenia una altra característica que no podem deixar d’esmentar. Es tracta de la col·laboració de l’exèrcit espanyol a l’hora de portar a terme l’estossinada de la llengua catalana. Ell textualment ho diu així:
«Y puesto que de resolver el problema tratamos, á ser posible, sin derramar una sola gota de sangre, como hemos indicado, séanos permitido decir, antes de terminar, que creemos que la prudencia y la previsión exigen que si algún Gobierno piensa llevar á la práctica todas ó algunas de las soluciones que aquí ofrecemos, ú otras análogas, se aproveche para ello una época de prácticas de movilización del Ejército, para poner en completo pie de guerra todas las unidades militares del distrito de Cataluña.

»Juzgamos esto necesario y conveniente: primero, porque con tal alarde de positiva fuerza se contendrá la acción de los catalanistas de nuestro primer grupo, de los asalariados, y de algunos de los fanatizados, que, como siempre, promoviendo tumultos y alterando el orden, buscarán la anulación de las medidas que les perjudiquen, imponiéndose y amenazando; y segundo, porque si llega el caso improbable y desgraciado de que cualquier chispazo de armada protesta catalanista tome vuelo, es sumamente sencillo atajarlo disponiendo de plétora de tropas.»

És curiosa la similitud entre aquest consell de Martos O’Neale i el que l’any 1624 el comte-duc d’Olivares va suggerir al rei quan, en proposar-li d’eliminar les diferéncies entre els Països Catalans i Castella, li va exposar que calia organitzar-ho així: «Hacer que se ocasione algún tumulto popular grande y con este pretexto meter gente y con ocasión de sosiego general y prevención de adelante, como por nueva conquista, asentar y disponer las leyes en conformidad con las de Castilla.»(6)

Aquests consells són vitals per a entendre i comprendre que els catalans no són espanyols a la vista dels mateixos governants de Madrid. No s’ha vist mai que un príncep, per tal de reduir el seu mateix poble, ho hagi de fer amb la força de les armes. Un govern no pot utilitzar mai l’exèrcit contra la pròpia gent a fi de fer-la canviar de llengua o per dominar-la culturalment.

És una autèntica paradoxa que una nació utilitzi el seu exèrcit per a reprimir culturalment els seus ciutadans. ¿Us imagineu que es fes servir l’exèrcit espanyol per a reprimir la llengua castellana a Castella? És inimaginable.

Aquest punt de reflexió és molt important i ens hauria de fer pensar a tots. Per què el comte-duc d’Olivares va suggerir l’entrada a Catalunya de gent militar i de provocar una nova conquesta? Per què el rei Borbó, Felip V, quan va ocupar militarment Catalunya ens va imposar unes noves lleis pel «dret de conquesta»? Per què el fiscal José Rodrigo recomanà el concurs dels militars per introduir-hi el castellà? Per què després del fracàs d’aquesta ocupació el governador civil de Lleida recomana al govern que s’aprofiti de la mobilització militar? Per què el dictador Primo de Rivera va aprofitar un moment que per govern hi havia un Directori Militar per a portar-hi la persecució fins al paroxisme? I, finalment, per què el pogrom més perniciós i incivil va ser el que va portar a terme el general Franco un cop ocupada militarment Catalunya l’any 1939?


(1) DSC Congreso, núm. 124 (8-11-1900), pp. 4.243-48.
(2) Peligro nacional. Estudios e impresiones sobre el catalanismo, Establecimiento Tipográfico, Madrid, 1901.
(3) Op. cit., p. 41.
(4) Op. cit., p. 19.
(5) Op. cit., pp. 183-186. Els subratllats són nostres.
(6) Citat per Ferran Soldevila. Història de Catalunya, Ed. Alpha. Barcelona, 1963, pp. 985-986.

(*) No implica esta solución que creamos, ni por un solo momento, que es temible Que sean catalanes los empleados judiciales y los militares; pero es que tenemos el convencimiento de la difícil situación que se les crea, y en beneficio suyo entendemos debe darse esta solución.

Extret de: LA PERSECUCIÓ POLÍTICA DE LA LLENGUA CATALANA. Francesc Ferrer i Gironès, Edicions 62, pàgs. 87 a 92